El justo de Óscar Danilo Pérez Mazo

He consumado mis años y los años han consumido mi cuerpo. Ya escasamente puedo mantenerme en pie y descifrar lo que dicen las tapas de los libros. Me he perdido a mí mismo tratando de encontrar a Dios: ya es demasiado tarde y sé que no llegaré a ninguno. Para un hombre así, sin esperanza, todo carece de sentido: un asesinato, la cárcel, la deshonra. Estoy a punto de ser ajusticiado y no conseguí nada de lo que alguna vez me propuse. Habiendo sido nadie voy a ser recordado una vez mi garganta abrace la cuerda. Viejo, cansado e inútil he conseguido justificarme en los últimos momentos. Me voy satisfecho porque ese sucio Presidente se lo merecía, era un tirano.